En este colorista mercado pescados y carnes de excelente calidad conviven junto a pequeños puestos donde los aldeanos ofrecen lo mejor de sus huertas. Es el sitio ideal para comprar productos frescos; no es de extrañar que sea el favorito de las amas de casa. Los bilbaínos proclaman que es el "Mercado cubierto más grande del mundo", como reza una placa en la puerta principal. Obra del arquitecto Pedro Ispizua, se alza frente a los soportales de la calle Ribera y junto a la iglesia y el puente de San Antón, donde estuvo antes la plaza Vieja.
Es el mejor lugar, sin duda, para degustar -y/o comprar- una selección de los mejores embutidos ibéricos, pescados frescos y carne del país, que son las especialidades del local. El vino de la casa es el Paternina aunque también se recomienda un Rioja, Crianza del 94. El bar tiene una magnífica y variada barra de pintxos, tienda Delicatessen, y una colección, casi un museo, de coñacs y whisky. Su ubicación en la plaza Nueva del Casco Viejo, con terraza bajo los arcos, lo convierte en uno de los locales más concurridos los fines de semana. Lo reconocerás por su fachada modernista de fondo negro y ribetes dorados.