Kokob pone el acento en los platillos para compartir de la cocina etíope. En este restaurante concurrido se preparan delicias y el servicio es igual de bueno. Según la tradición etíope, todo se sirve para comer con las manos, y los utensilios casi nunca se usan. En el menú encontrarán platillos tradicionales como el Doro Wot, un plato compuesto por bastones de pollo, un huevo duro y berebere.

Si aman el cuscús, entonces deben visitar este restaurante marroquí ubicado en uno de los barrios más de moda de Bruselas. El ambiente es muy animado, la decoración, atractiva, y los comensales, muy bellos. La cocina no para nunca. Las entradas incluyen tabule y ensalada de berenjenas. Después, podrán elegir entre platillos de cuscús auténtico con carne o pollo, y para los vegetarianos hay un cuscús especial. Después, nada mejor que un sabroso postre acompañado de un poco de té de menta. Los brunch del domingo son experiencias memorables.

This intimate restaurant in Saint-Gilles has been garnering rave accolades since it opened, for its ingredient-driven approach and highly creative cooking. The restaurant interiors are well laid-out, with minimalistic furnishings and decor choices. Black has a conspicuous presence in the design, from the table-tops and the banquettes to an entire wall. The mosaic-tiled floor and ceilings add a nice touch. The food menu is a straightforward eight course, regularly changing affair, and won't confuse you with too many choices. Artisanal ingredients, inventive cooking and impeccable presentation are the hallmarks of the kitchen, and are bound to delight. The wine list throws up excellent pairing options. Reservations are recommended.