La espectacular fachada de la Iglesia de San Pablo es tanto un emblema como una anomalía singular en Fráncfort. Paulskirche, como se la conoce localmente, alcanzó la fama no como iglesia sino como punto de encuentro. Construida para remplazar la Barfüßerkirche, fue inaugurada en 1833. El primer parlamento alemán elegido en libertad se emplazó en este edificio en 1848. El parlamento realizó 99 sesiones y aprobó 59 artículos que en la actualidad siguen formando parte de la constitución alemana. Destruida durante un bombardeo aéreo en 1944, la iglesia fue reconstruida inmediatamente al finalizar la guerra como monumento conmemorativo de los horrores de la guerra. Actualmente, el salón sirve de espacio para eventos importantes como la ceremonia anual del Premio Alemán de la Paz y la ceremonia del Premio Goethe de la Ciudad de Fráncfort.
Frankfurt Town Hall, as it stands today, is made up of a melee of different buildings. The first buildings to be constructed here were the Zum Römer House and the next-door guest-house, Goldener Schwan in 1405. At the beginning of the 20th Century, two building complexes (north and south) were erected next to Paulsplatz and were joined by a bridge. Designed in a Renaissance and Baroque architectural style, these buildings fit in well with the earlier buildings. They are decorated with reliefs depicting local events, such as the harvesting of cider apples. One particular draw is the exquisitely decorated Kaisersaal (Emperor's Hall) in the Rathaus (city hall). The Rathaus is the seat of the Mayor of Frankfurt.
La casa en la que nació Goethe el 28 de agosto de 1749 es un buen ejemplo de cómo vivían los acaudalados a fines de la era barroca. En 1733, la familia Goethe adquirió dos casas vecinas de madera en Großen Hirschgraben. La familia vendió la propiedad en 1795, año para el cual Goethe mismo ya se había mudado a Weimar. Vale la pena visitar el Museo Goethe, situado junto a la casa, ya que tras la renovación cuenta con una biblioteca y una librería. La casa es una reconstrucción de la original, que fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
Construido entre 1460 y 1520, este monasterio histórico tiene una arquitectura que merece la pena ser vista, aunque detrás de esas paredes gruesas de ladrillo se esconde mucho más. El refectorio es considerado uno de los edificios de la época renacentista más bellos de toda la ciudad, y los frescos de Joerg Ratgeb que decoran el recibidor están entre los más importantes de toda Europa. Tras la partida de los últimos monjes del monasterio (pertenecientes a la orden de los carmelitas) en el año 1803, el edificio fue convertido en una barraca militar. En la actualidad, Karmeliterkloster es el hogar del Museo de Historia Temprana, el Instituto de Historia Urbana y una galería de arte pública.
Diseñado por Hans Hollein, el Museo de Arte Moderno (Museum für Moderne Kunst) es uno de los más importantes de Fráncfort y la gente de la zona le dice cariñosamente "Das Tortenstück" ("porción de torta") debido a su forma triangular. Este edificio poco convencional pero de diseño elegante es un reflejo del arte contemporáneo y enriquece el paisaje arquitectónico de Fráncfort. El punto focal del edificio es un recibidor con una cúpula de cristal iluminado naturalmente y que ocupa unos dos pisos, del que salen las escaleras que llevan a los niveles superiores, donde se encuentran las exposiciones. El núcleo de la colección es una creación del industrialista de Darmstadt Karl Ströher y está compuesto por obras hechas por artistas estadounidenses como Roy Lichtenstein y Andy Warhol. Las exposiciones rotan cada dos años y suelen incluir obras y proyectos de artistas emergentes. En la planta baja encontrarán una cafetería con fachada de cristal.
Situada cerca del río Meno, la Catedral Imperial de San Bartolomeo es uno de los monumentos de mayor riqueza histórica de la ciudad. Su estructura de estilo gótico pasó a ser una parte imborrable de la silueta de Fráncfort. Con orígenes que se remontan al siglo VII a.C., la iglesia tiene un pasado romano fabuloso. La catedral es famosa por haber sido la iglesia de las coronaciones de los emperadores del Sacro Imperio Romano entre los años 1562 y 1792. Si bien la iglesia resistió los ataques durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida en la década de 1970. En su interior encontrarán varias reliquias y objetos preciados, como la escultura de Hans Backoffen que muestra una escena de la crucifixión de Jesús y que es una obra maestra del período renacentista temprano. Si bien su estatus como iglesia imperial se perdió tras la caída del Imperio Romano, en el siglo XIX la Catedral de San Bartolomeo se convirtió en un símbolo de la integridad nacional.
La Bolsa de Fráncfort es la tercera más grande del mundo. Con un volumen del 75% de las acciones comercializadas, también es la más grande de toda Alemania. En el siglo XVI, varios mercaderes pactaron establecer valores de cambio para las distintas monedas que entraban a la ciudad durante las ferias. Ese pacto fue el predecesor de la Bolsa de Fráncfort. El edificio de la bolsa, un tributo al estilo renacentista, data de 1879, cuando reemplazó al viejo edificio junto a Paulskirche. Los visitantes son bienvenidos a observar a los negociantes desde el balcón, lo que garantiza todo un espectáculo. Una gran pantalla muestra los movimientos del índice alemán DAX, y los precios de las acciones individuales se muestran en los monitores.
Con un nombre que rinde honores al famoso río Meno, Main Tower es una maravilla arquitectónica increíble de 56 pisos y uno de los edificios más importantes del barrio de Innenstadt. A través de su espectacular estructura de cristal azul, la torre permite admirar las concurridas calles de Fráncfort. Las dos torres unidas son consideradas unas de las más grandes de toda Alemania. Aquí se encuentran las oficinas alemanas del famoso Standard & Poor's, Merrill Lynch, el estudio televisivo de Hessischer Rundfunk y muchos más. El Main Tower Restaurant & Bar del piso 53 propone una cocina fusión euro-asiática que vuelve locos a los comensales.
La ópera es un componente esencial de Fráncfort en más de una manera. Quienes visitan la ciudad suelen asociarla con la Alte Oper o la Opernbühne, pero ambas fueron completamente destruidas durante la Segunda Guerra Mundial. Se inauguró un nuevo edificio en 1951, pero un incendio en 1987 dejó poco más que los cimientos y la restauración duró unos cuatro años. El esculpido sobre estuco en el techo del recibidor es de particular interés arquitectónico. Las obras de los seis pilares de la ópera son representadas aquí más que ninguna otra, aunque se las alterna con algunas composiciones un poco más recientes. En lugar de un programa permanente, la Oper Frankfurt utiliza un sistema staggione en el cual se agrupan los espectáculos. La reputación de esta casa de la ópera solía estar un escalón más arriba que la de las demás, pero en estos últimos tiempos ha ido decayendo debido a disputas internas, aunque sigue ofreciendo producciones espectaculares.
Inaugurado en 1984, el Museo Nacional de Arquitectura se encuentra en una preciosa casa de campo del siglo XIX. De hecho, el concepto de museo se refleja en el diseño poco común del edificio: el arquitecto Oswald Mathias Ungers vació el viejo edificio neoclásico y creó la "casa dentro de la casa". En este museo, que cubre varios niveles, los visitantes se sorprenderán con la inmensa colección de planos y maquetas de edificios nuevos y viejos. Las exposiciones rotativas de arquitectos clásicos y contemporaneos, como Ludwig Mies Van der Rohe o Walter Gropius son igualmente recomendables que las exposiciones sobre las distintas escuelas de arquitectura y las charlas especiales.
La Alte Oper o "Vieja Casa de la Ópera" todavía luce tan imponente y majestuosa como cuando la inauguró el kaiser Guillermo I en 1880. El edificio fue financiado por los ciudadanos más acaudalados de Fráncfort y del diseño, estilo renacentista italiano, se encargó el arquitecto Richard Lucae. Tristemente, la ópera fue destruida en 1944 durante un ataque aéreo, pero fue reconstruida años más tarde bajo el nombre de "Vieja Casa de la Ópera y Centro de Conferencias". El auditorio principal, Grossner Saal con capacidad para unos 2.500 espectadores, ocupa la parte central del edificio y se utiliza para conciertos y demás espectáculos musicales. También encontrarán salas más pequeñas en alquiler ideales para todo tipo de eventos privados, reuniones, conferencias, eventos corporativos, lanzamientos de productos y mucho más. Si tienen ganas de comer algo, visiten el café, el restaurante o el bistró.
El Museo Städel organiza varias exposiciones de arte por año. Se toparán con exposiciones de los grandes maestros como Caravaggio y Miguel Ángel, junto a las obras de artistas más recientes y regionales. La colección permanente cuenta con maravillas de Renoir, Botticelli y Rembrandt, por nombrar solo a algunos, y cubre un período que se extiende desde la era medieval hasta la actualidad. Admiren las numerosas esculturas, las instalaciones de arte y las colecciones de fotografía mientras exploran las distintas temáticas, como la naturaleza, la historia, la religión, la violencia y el amor. El museo también cuenta con su propia librería, un café y una biblioteca. Durante todo el año se organizan distintos seminarios, talleres y eventos especiales. Se ofrecen recorridos guiados.