El Museo del Louvre alberga una de las colecciones de arte y antigüedades más grandes del mundo. El museo se encuentra en el Palacio del Louvre, una fortaleza construida en el siglo XII a pedido de Felipe II. Tras la decisión de Luis XIV de mudar la corte a Versalles, el palacio del Louvre acogió a distintas instituciones relacionadas con las artes. El museo abrió sus puertas por primera vez bajo la Asamblea Nacional en 1793. En la actualidad está dividido en secciones, entre las que se destacan las de dibujo, pintura y escultura, y alberga antigüedades egipcias, romanas, griegas y de muchas otras culturas. Los visitantes podrán recorrer todas las alas del museo y ver algunas de las obras de mayor renombre, como la Mona Lisa, la Venus de Milo y La libertad guiando al pueblo.
Son millones los visitantes que se acercan cada año para ver la enorme colección de arte francés del Museo de Orsay. El edificio, llamado la Gare d'Orsay ("estación de Orsay" en español), es una antigua estación ferroviaria construida en el año 1900 de estilo Beaux Arts. Con un largo de 138 metros y una altura de 32 metros, la opulenta galería principal de la planta baja es un homenaje a la historia del edificio. Entre las obras maestras de esta galería se encuentran "Entierro en Ornans" de Gustave Courbet y "Las Espigadoras" de Jean-François Millet. Los amantes del impresionismo deben ir directamente al quinto piso para ver las obras de los grandes maestros del género.
Situado al oeste del Bois de Boulogne, el Musée Albert-Kahn posee uno de los archivos más ricos del mundo de las primeras fotografías a color. La vieja casa y la colección del siglo XX del banquero y viajero Albert Kahn se convirtieron en un museo en 1986 y fueron sometidas a grandes renovaciones en 1990 y 2006. Las exposiciones rotativas sobre las fotografías a color que Kahn encargó para su Archivo del Planeta entre 1909 y 1931 ofrecen un vistazo emocionante a la vida de principios del siglo XX en distintas partes del mundo. Su amor por el viaje y las demás culturas también se deja entrever en sus jardines temáticos, en los que uno puede caminar por un bosque de Vosges, un pueblo japonés, una pradera y un jardín inglés, solo por nombrar algunos ejemplos.
Reconocible por sus colores primarios y sus tuberías exteriores, el Centro Georges Pompidou, hecho construir por el presidente del mismo nombre en 1968, fue inaugurado en 1977. La arquitectura del edificio, diseñado por Renzo Piano y Richard Rogers, resultó al principio chocante a los parisinos: la colocación de los elementos de la infraestructura en el exterior (sistema de climatización, escaleras automáticas y ascensores), permitió sin embargo liberar el máximo de espacio interior. El Beaubourg alberga el Museo Nacional de Arte Moderno, el taller del escultor Brancusi, la Biblioteca Pública de Información (BPI), un cine, un cibercafé, tiendas de arte y espacios de juego para los niños. El último piso ofrece una magnífica vista panorámica sobre París.
Este museo espléndido cuenta con algunas salas dedicadas a la Edad Media, el Renacimiento y a unas joyas magníficas. Las colecciones en su mayoría se enfocan en el arte religioso y la representación el estilo de vida burgués de los siglos XIII a XVI. Por ejemplo, podrán observar la representación de una habitación gótica ornamentada, amoblada con tapices y muebles de estilo, así como también una habitación del Renacimiento, decorada con mármol de imitación, en la que podrán apreciar cómo era la vida en Francia e Italia en el siglo XV. Para hacer de su visita algo todavía más entretenido, pasen por la biblioteca y la tienda de recuerdos.
El Château en el que en la actualidad se encuentra el Museo Nacional del Renacimiento fue construido entre 1538 y 1555 a pedido de Anne de Montmorency, uno de los consejeros más influyentes y acaudalados del rey Fracisco I de Francia y el gran maestro de las propiedades y el ejército del Rey. En la actualidad, además de ofrecer la oportunidad de contemplar un ejemplo magnífico de la arquitectura del siglo XVI, el museo exhibe varias colecciones de obras de arte que incluyen cuadros, esculturas, textiles, muebles y piezas en metal. Los visitantes también están invitados a recorrer la tienda de libros, a pasear por el parque y a disfrutar de los conciertos de órgano que se celebran todos los sábados a las 3 y 4 de la tarde. La entrada es libre y gratuita para acceder al museo, la librería, el jardín y los conciertos, pero los recorridos guiados son pagos. El horario de atención del museo suele ser más largo en verano.
El museo abrió sus puertas por primera vez en 1937. Desde entonces, se dedica por completo al arte moderno (desde la década de 1960 en adelante). Su exposición permanente, de libre acceso, cuenta con más de 8.000 obras entre las que se destacan artistas como Picasso, Breque, Picabia, Delaunay, Klein y muchos otros. El Musée d'Art Moderne se encuentra en el ala izquierda del Palais de Tokyo, un edificio de estilo Art-Deco que verdaderamente merece una visita. Las exposiciones temporarias cambian cada 6 semanas. También encontrarán un café y una librería, y muchos conciertos.
Nacido en España, Pablo Picasso (1881-1973) se estableció en Francia tras escapar del régimen de Franco. Si bien en contadas ocasiones regresó a su país natal, la mayoría de sus cuadros reflejan sus orígenes andaluces. Tras la muerte del artistas, sus descendientes le dieron al estado francés muchas de sus obras como parte de pago por sus deudas. Es en parte gracias a estas obras que se fundó el museo en el Hôtel Salé, originalmente diseñado por el arquitecto Jean Boullier en 1656 para Aubert Fontenay, un coleccionista especializado en el impuesto a la sal. En el museo seguirán los cambios de estilo del gran maestro y admirarán las creaciones de sus mágicos períodos azul, rosa y cubista.
El edificio de cristal y hierro, diseñado por el arquitecto Jean Nouvel, que enmarca la Fundación Cartier refleja de manera muy acertada el concepto específico del museo. Creada en 1984,la Fundación ayuda a los artistas contemporáneos mediante la promoción y exhibición de sus obras, desde cuadros hasta videos y esculturas. El famoso diseñador de modas Issey Myiake, cuyas obras a menudo son catalogadas como polémicas, es uno de los grandes nombres que encontrarán en las instalaciones.
Este museo subterráneo, delimitado por paredes negras y con una iluminación dramática, presenta algunas esculturas y grabados poco famosos de los últimos períodos de la obra de Salvador Dalí. Espace Dalí es el único museo de Francia que exhibe una colección permanente de las grandes obras de este maestro surrealista. Vengan a descubrir las increíbles estatuas de bronce que ilustran algunas de las más grandes obras de la literatura occidental, como Don Quijote, Romeo y Julieta y La Biblia. Experimenten. Vivan el mundo del artista mientras recorren las esculturas. No se pierdan "Los relojes blandos" y "Los caracoles", dos piezas de la década de 1970 que reflejan la obsesión del artista por lo fantástico y lo bizarro.
Todos los visitantes que llegan a París deben pasar por el Museo Carnavalet, que revela los secretos de la Ciudad de la Luz desde la prehistoria hasta la actualidad. Armado en dos casonas contiguas, (el Hôtel Carnavalet fue construido en 1545 y el Hôtel Le Peletier en el siglo XVII), el museo exije una tarde entera para mostrar todo lo que tiene. Recorran la historia de París a través del sinfín de esculturas, cuadros y muebles. Las salas están decoradas según las distintas épocas y les permitirá trazar la evolución del mobiliario desde el reinado de Enrique IV hasta los comienzos del siglo XX.