Primera clasificación Restaurantes y cafés en Providence

El restaurante de Vicenzo Iemma, ubicado en el distrito financiero, es el lugar ideal donde cenar si tienen entradas para algún espectáculo del Centro para las Artes Escénicas de Providence. Los camareros, vestidos de etiqueta, presentan clásicos del libro de recetas de Julia Child, como el lomo a la Wellington y Dover Stole, solo por nombrar algunos. La carta de vinos es tan tradicional como el menú e incluye más de 500 varietales, desde d'Abruzzo de Montepeluciano hasta merlots de California. Lo dos salones comedor, que antes eran las bodegas del edificio histórico, junto con los pisos empedrados son parte del encanto. Se recomienda hacer reservaciones y vestir chaqueta.

Pot au Feu dice ser el bistro más viejo de los Estados Unidos. Abrió sus puertas en 1972 y, sea cierta su fama o no, el menú está repleto de clásicos exclusivos de Lorraine, Grenoble, Provence, París y cualquier otro punto de l'Hexagone. El menú no es una compilación de platos o una fusión de estilos modernos, sino que es pura y exclusivamente francés. Con hors d'oeuvres como escargot, bisque de langosta, sopa de cebolla, el delicioso Paté Maison (mousse de hígado de pato) o las tradicionales terrinas, sentirán que tienen la márgen izquierda junto a la puerta de salida. El Pot au Feu (guiso de carne) se sirve con pan caliente y crujiente, una mostaza cremosa y cornichons. También podrán saborear clásicos como las crepes, la carne frita y Coquilles St. Jacques, que no suelen estar por todas partes.

Enjoy candlelight garden or patio dining at elegant Sardella's, with private paneled rooms. Plan rehearsal dinners and special events in an air-conditioned room with your Italian meal. Relax by the French doors or in an informal tavern. Find traditional Italian cuisine or order nightly seafood specials and seasonal selections. An extensive wine list is available or sample a taste by the glass. Three private party dining rooms are available.

Escondido en un pequeño rincón en la ajetreada Thayer Street, este restaurante, donde todo se pide en el mostrador, es casi un emblema de este barrio de estudiantes y académicos. El menú incluye todos los favoritos del Medio Oriente, como hummus, falafel, baba ganoush y tabbuleh. Los platos más grandes combinan pollo, carnes y kebabs Kafta, y todo se sirve con la ensalada de la casa y Jedra (arroz con lentejas). Los precios se ajustan al presupuesto de un estudiante y el restaurante es ideal para hacer pedidos y llevar la comida a casa.

Si tienen antojo de comida peruana o especialmente de Ceviche, entonces Los Andes Restaurant en la calle Elmhurst es el sitio indicado. El menú está repleto de una gran variedad de especiales andinos que se sirven en porciones generosas. Para empezar, el Locro es una de las sopas más populares, y el Ceviche Martini es tan auténtico que se sentirán como en Cuzco o Lima. Como plato principal, la Parrillada Andina es un plato enorme lleno de carnes, costillas, pollo y chorizo, acompañado de arroz blanco, yucca frita y ensalada. Sin dudas es suficientemente grande para dos personas. Si les gustan los mariscos, deberían probar la Paella o los Choritos a la Diablada, que son mejillones de la isla Prince Edward servidos con salsa de tocino, espinaca, tomate y curri. El servicio es atento y si son novatos de la comida peruana, los camareros siempre estarán dispuestos a guiarlos por el menú.

Parece que la moda de la comida de estación, sustentable y orgánica vino para quedarse, y siendo así las cosas, Nicks on Broadway permanecerá un buen tiempo entre nosotros. Las opciones del menú suelen marcar de dónde proviene cada ingrediente, como las Ostras de la Bahía de Narragansett, lenguado de Point Judith y carne de vaca de Blackbird Farm; cada platillo está pensado con mucho cuidado. Nick's también ofrece menús degustación que constan de cuatro o nueve pasos y que se sirven con cerveza y vino. Recuerden que es necesario hacer reservación previa para la degustación de nueve platos. El Nick original ya no se encuentra entre nosotros, pero un joven prudente llamado Derek Wagner compró el restaurante para el agrado de los residentes de West End. De hecho, Derek ha sido nominado dos veces para el premio James Beard Rising Star, y cuando reabrió el restaurante, mantuvo el nombre original en honor al antiguo dueño, quien se hizo cargo de la cocina desde 1969.