Esta atracción es para Tucson lo que la Torre Eiffel es para París, excepto por la edad, porque es un poco más vieja. Fundada en 1700 por el misionero español el Padre Kino, a unos 16 kilómetros de lo que en la actualidad es el centro de Tucson en la reserva indígena Tohono O'odham, San Xavier del Blac es considerado uno de los mejores ejemplos del estilo arquitectónico barroco folclórico mexicano. Cerca, encontrarán un café y una tienda de artesanías indígenas. La parroquia sigue en actividad, así que se ruega ser respetuosos de las actividades religiosas durante la visita.
Visiten el Monte Lemmon y vean a Tucson desde las alturas. Tomen la autopista Catalina y recorran unos 48 kilómetros a través del Bosque Nacional Coronado, donde los cactus saguaro alcanzan alturas increíbles y la vegetación del desierto florece todo el año. Deténganse en Seven Cataracts y Windy Pointe Vista para disfrutar de la vista panorámica del indomable paisaje montañoso que rodea las luces distantes de Tucson. No dejen de visitar Ski Valley. Las aerosillas funcionan todo el año y ofrecen la oportunidad de llegar hasta el cielo. Sigan los carteles hasta Summerhaven y paseen por las tiendas rústicas o alquilen una acogedora cabaña. ¡Disfruten de un día más que completo!
De todas las atracciones naturales de Tucson y sus alrededores, el Cañón Sabino es ciertamente la más visitada. Este gran desfiladero ubicado en las Montañas de Santa Catalina es donde el antiguo pueblo Hohokam construyó sus represas de irrigación mientras los mamuts recorrían la tierra. El ingreso es gratuito, pero deberán pagar el estacionamiento de su vehículo. Lo más divertido para hacer es ir a nadar en los lagos transparentes (si el clima lo permite) después de recorrer los 9,5 kilómetros haasta las Seven Falls y los paseos en vehículo las noches de verano (que deben ser reservados y pagagos con anticipación). También podrán aprovechar los paseos en tranvía y en vehículos de enlace.
There is an intriguing legend behind this shrine on Main Street near the old historic barrio, a story involving broken hearts and crimes of passion, but you'll have to read the plaque mounted on it to discover the tale. El Tiradito has been part of local folklore for a long time and is now a national historic site. Take a peek and make your own wish.
Si bien no es uno de los zoológicos más reconocidos mundialmente, el Parque Zoológico Reid es una de las principales atracciones de la ciudad. Debido a su tamaño relativamente pequeño, podrán recorrer el zoológico en menos de dos horas sin apurarse. Los animales viven en bellos hábitats naturales. Seguamente sentirán envidia de las dos crias de oso polar porque ellos nadan en aguas heladas mientras que ustedes se derriten al sol de Tucson. Por suerte, encontrarán muchos espacios a la sombra donde refrescarse.
El Jardín Botánico de Tucson es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad y no solamente atrae a los amantes de las plantas. Además de una riquísima colección de cactus y plantas del desierto, el jardín ofrece un recorrido educativo por la historia de los indígenas nativos Tohono O'odham y las labores de los científicos locales por preservar las semillas de las plantas de la zona. No dejen de visitar el fabuloso Nuestro Jardin, el tradicional jardín de barrio mexico-americano y el patio del restaurante con su sombra característica y tan buscada.
Esta atracción es para Tucson lo que la Torre Eiffel es para París, excepto por la edad, porque es un poco más vieja. Fundada en 1700 por el misionero español el Padre Kino, a unos 16 kilómetros de lo que en la actualidad es el centro de Tucson en la reserva indígena Tohono O'odham, San Xavier del Blac es considerado uno de los mejores ejemplos del estilo arquitectónico barroco folclórico mexicano. Cerca, encontrarán un café y una tienda de artesanías indígenas. La parroquia sigue en actividad, así que se ruega ser respetuosos de las actividades religiosas durante la visita.
Designated as a National Park in 1994, the Saguaro National Park encompasses the Tucson Mountain District and the Rincon Mountain District within its 92,000-acre (37,000 hectare) expanse. The park is named after a cactus specie called Saguaro that accentuates the Rincon Mountain part of its topography, while a rugged volcanic terrain defines the Tucson Mountain region. The landscape is home to more than 30 species of animals, these include cougars, white-tailed deer, javelinas, gray foxes, ring-tailed cats, and ground squirrels. Apart from its scenic allure and abundant fauna, the national park delineates pre-historic tales through captivating petroglyphs. The region was also home to native American tribes, remnants of their existence further beckon aficionados of history and culture to this place.
Ubicado a unos 18 kilómetros al norte de la ciudad sobre la Arizona Highway 77 (Oracle Road), este parque les permitirá disfrutar de la mejor vista de los cañones y los domos de las Montañas Catalina. Un sinfín de aves, serpientes y lagartijas viven en las regiones más bajas, mientras que los ciervos y las ovejas recorren los pastizales. El parque ofrece un sendero interpretativo del antiguo pueblo Hohokam. También encontrarán espacios para acampar y hacer picnics, pero se ocupan por orden de llegada.
Visiten el Monte Lemmon y vean a Tucson desde las alturas. Tomen la autopista Catalina y recorran unos 48 kilómetros a través del Bosque Nacional Coronado, donde los cactus saguaro alcanzan alturas increíbles y la vegetación del desierto florece todo el año. Deténganse en Seven Cataracts y Windy Pointe Vista para disfrutar de la vista panorámica del indomable paisaje montañoso que rodea las luces distantes de Tucson. No dejen de visitar Ski Valley. Las aerosillas funcionan todo el año y ofrecen la oportunidad de llegar hasta el cielo. Sigan los carteles hasta Summerhaven y paseen por las tiendas rústicas o alquilen una acogedora cabaña. ¡Disfruten de un día más que completo!
De todas las atracciones naturales de Tucson y sus alrededores, el Cañón Sabino es ciertamente la más visitada. Este gran desfiladero ubicado en las Montañas de Santa Catalina es donde el antiguo pueblo Hohokam construyó sus represas de irrigación mientras los mamuts recorrían la tierra. El ingreso es gratuito, pero deberán pagar el estacionamiento de su vehículo. Lo más divertido para hacer es ir a nadar en los lagos transparentes (si el clima lo permite) después de recorrer los 9,5 kilómetros haasta las Seven Falls y los paseos en vehículo las noches de verano (que deben ser reservados y pagagos con anticipación). También podrán aprovechar los paseos en tranvía y en vehículos de enlace.
El Parque Reid es, sin dudas, el mejor lugar para picnics familiares de toda la ciudad. Encontrarán cientos de parillas donde cocinas sus salchichas, extender mantas en el piso y sacar ensaladas acompañados por los sonidos de los animales del zoológico que se encuentra a poca distancia. A su alrededor verán campos de juegos con atracciones nuevas, espacios para eventos y obras de arte públicas. Si pudieron planificarlo con antelación, incluso podrán disfrutar de los famosos Conciertos al Aire Libre DeMeester.