Primera clasificación Atractivos en Vancouver

Encerrado por la Bahía Inglesa de un lado y el puerto de Vancouver del otro, este predio bellísimo obtuvo el título de primer parque público de la ciudad en 1886. A diferencia de la mayoría de los parques urbanos, el Parque Stanley no fue diseñado por un paisajista sino que fue creciendo de manera orgánica con el paso de los años. La selva tropical conforma el núcleo del Parque Stanley, con árboles inmensos que alcanzan una altura increíble de 76 metros y tienen cerca de 100 años, y sobre toda la costa podrán aprecian un rompeolas. Por todas partes podrán ver monumentos, hitos y arte público, así como jardines con una flora fantástica y tótems, un verdadero collage de vida silvestre nativa conectado por una inmensa red de senderos. El Parque Stanley es el hogar de atracciones como un ferrocarril miniatura, Malkin Bowl y el Acuario de Vancouver.

Seawall en el parque Stanley es uno de los espacios más populares en Vancouver entre los que optan por las actividades al aire libre. Esta ruta de concreto de 8,8 kilómetros encierra el perímetro del parque y ofrece una vista panorámica única del océano Pacífico y las montañas. La brisa salada que se mezcla con el aroma de los abetos y los cedros, los inmensos espacios abiertos y el entorno relajado son capaces de rejuvenecer hasta a los peores adictos al trabajo. En la zona peatonal se cruzarán con padres y sus pequeños, y cientos de personas que salieron a correr, caminar, andar en bicicleta o en patines, y a los lados del camino hay muchos bancos donde sentarse a descansar. Las playas de arenas que están al otro lado del muro son ideales para disfrutar de un buen picnic o una siesta reparadora.

El parque Reina Isabel de Vancouver es un collage de paisajes increíbles. Este espacio verde es uno de los mejores rincones naturales urbanos de la ciudad y se encuentra anidado en las alturas, con una vista privilegiada de las montañas North Shore y la ciudad a sus pies. El parque está compuesto por una inmensa variedad de espacios bien diferenciados pero todos de una belleza casi mágica. En el jardín Quarry, el viejo páramo fue convertido en un jardín verde, completo con un arroyo burbujeante y una cascada, mientras que en el Rosedal abundan los pimpollos de todos los tonos y colores. A tan solo pasos, el Arboreto alberga una colección de árboles nativos y exóticos, y alguna que otra escultura y obra de arte público de artistas como Henry Moore. La Fuente Danzante es uno de los puntos más visitados, al igual que el Rincón de los Pintores, donde los artistas locales se disponen a recrear el paisaje tan pintoresco y exhibir sus obras originales. Si son de los que prefieren la adrenalina, el parque cuenta con espacios deportivos como canchas de tenis, un mini golf y una pista de bolos.

Desde 1973, Cultch entretiene a Vancouver con producciones artísticas contemporáneas de calidad. El teatro era en realidad originalmente una iglesia metodista, luego convertida en el lugar que hoy es conocido y querido. El espacio también ofrece programas de arte para jóvenes y celebra un festival anual de artes juveniles. Ver el sitio web para más detalles.

Situado en una porción interesante del Parque Stanley, el Acuario de Vancouver ofrece una mirada muy especial del bellísimo reino marino y propone una serie de exposiciones fascinantes que intentan generar conciencia sobre la conservación de los ecosistemas. Conocido oficialmente como el Vancouver Aquarium Marine Science Centre, el acuario está dividido en cuatro espacios en los que se presenta la vida silvestre marina desde el Ártico hasta el Amazonas. Son casi 58.000 las criaturas que llaman hogar a este inmenso centro marino, y la variedad incluye desde los juguetones y majestuosos leones marinos Steller y los delfines simpáticos que saltan por los aires hasta las ballenas asesinas y los pingüinos africanos. Incluso encontrarán una piscina en la que podrán tocar rayas gavilán y del sur, y descubrir la agilidad casi mágica por la que son famosas. El acuario también actúa como defensor de las criaturas marinas, algo que resulta evidente con el programa Ocean Wise, en la que no solo se emplean naturalistas profesionales para la interpretación del comportamiento animal sino que también se propone una exposición viviente que ilustra los problemas que deben enfrentar las especies marinas del Estrecho de Georgia.

Esta galardonada estructura de vidrio y hormigón alberga una de las colecciones de arte de las Primeras Naciones de la costa noroeste más grandes del mundo. Este museo de la Universidad de Columbia Británica es una visita obligada para quienes están en la ciudad. La cultura, la historia y el arte están exhibidos en un ambiente luminoso y sereno. La colección incluye tótems, canoas y esculturas de plata, oro y madera. También encontrarán una tienda de regalos donde podrán encontrar el recuerdo perfecto para llevar de regreso a casa.